Diferenciación de nematodes parásitos atendiendo a criterios morfológicos y cariológicos

  1. Cutillas Barrios, Cristina
Dirigida por:
  1. José González Castro Director/a
  2. Adela Valero López Directora

Universidad de defensa: Universidad de Sevilla

Fecha de defensa: 01 de abril de 1984

Tipo: Tesis

Resumen

El presente trabajo pretende cubrir 2 objetivos: el primero y fundamental es el estudio citogénico de nematores parásitos, como criterio complementario para la diferenciación específica y más correcto encuadramiento taxonómico de los mismos. El segundo, complementario del anterior, ha pretendido la redescripción, siguiendo los criterios taxonómicos clásicos, de las especies de nematodes estudiadas citogenéticamente. La complejidad morfológica de muchos hemintos parásitos plantea un gran problema para la distinción entre especies. Los ciclos de vida complejos frecuentemente da origen a una serie de formas larvarias y adultas distintas que complican el establecimiento de relaciones entre distintos estados de desarrollo entre las especies. Hasta hace muy pocos años, el estudio taxonómico de los nematodes se ha basado en diferencias fenotípicas, más o menos constantes, entre las distintas especias. Así, la taxonomía tradicionalmente, se ha basado en consideraciones morfológicas externas de los individuos como base pasa su clasificación. No obstante, las características morfológicas externas se encuentran sometidas a cambios de muy distinta índole que haría, en algunos casos, difícil la diferenciación de especies alejadas entre sí y cuyos rasgos fenotípicos son, aparentemente, iguales. Así, el conocimiento de la estructura genética de las poblaciones parásitas representaría un paso significativo para fijar la continuidad taxonómica entre distintos estadios dentro de los ciclos de vida, tan bien como entre parásitos similares que infestan varios hospedadores (Vrijenhoek). Una especie animal (o vegetal) queda definida por sus características anatómicas, fisiológicas, bioquímicas� etc. Todo individuo de una especie presenta unos caracteres determinados, y los transmite a sus descendientes. La permanencia de los caracteres propios de una especie a lo largo de generaciones está asegurada por una componente particular de los seres vivos: el material hereditario. El estudio del material hereditario y de sus variantes, ha sido objeto de gran atención por parte de los biólogos, tanto por sus implicaciones de tipo básico (diferenciación de las células durante el desarrollo, evolución de las especies�.), como de tipo sanitario (malformaciones congénitas, enfermedades hereditarias�). A finales del siglo XIX (1880), el biólogo alemán Wilheim Roux fue el primero en comprender que el material hereditario no era otra cosa que los pequeños bastoncillos, llamados cromosomas, visibles al microscopio óptico en el núcleo de las células, en ciertos momentos del ciclo celular. La célebre escuela de T. H. Morgan estableció, a principios del siglo XX, que los cromosomas llevan, en efecto, las unidades elementales de la herencia, llamadas genes, como si fueran las perlas de un collar. Desde entonces, y con el desarrollo de la Bioquímica, una gran parte de los estudios sobre el material hereditarios se han concentrado en el gen, con lo que a partir de 1945 se llega a un considerable desarrollo de una parte de la Bioquímica, la Biología molecular. Paralelamente, estudios sobre el aspecto global del material hereditario, es decir, los estudios sobre los cromosomas (o citogenética) han continuado (Dutrillaux). Por ello, las técnicas citológicas hoy en día son usadas de forma rutinaria en la moderna citosistemática. Todo esto es debido a que los cariotipos de las distintas especies son, a menudo, lo bastante característicos como para proporcionar al citólogo un criterio lo suficientemente seguro para la identificación de especies, del mismo modo a como el taxónomo puede emplear peculiaridades morfológicas.