Representaciones de la masculinidaduna aproximación social en clave de igualdad sobre la construcción de historias de vida de los hombres
- Martín Vidaña, David
- Mónica Torres Sánchez Director
Universidade de defensa: Universidad de Granada
Fecha de defensa: 18 de marzo de 2022
- Miguel A. Pereyra Presidente
- María Magdalena Jiménez Ramírez Secretaria
- Anselmo R. Paolone Vogal
- Octavio Salazar Benítez Vogal
- Carmen Sanchidrián Blanco Vogal
Tipo: Tese
Resumo
En la actualidad, la emergencia de los estudios de las masculinidades «Men´s studies» en los diferentes sectores de la escala social, permite poner de manifiesto en la historia de las Ciencias Sociales a los varones como sujetos marcados por un género. Desde este punto de vista, si bien es cierto que los hombres aparecen representados como sujetos universales, que detentan el poder y la autoridad en las sociedades occidentales, resulta necesario establecer un análisis exhaustivo de la masculinidad, entendida como identidad de género, es decir, como referencia construida socialmente por todos los hombres en virtud de su sexo biológico. Por este motivo, la idea de la masculinidad supone la puesta en escena pública o social de diferentes formas de pensar, actuar y sentir propias de los varones en función de la constitución biológica. No obstante, los cambios introducidos en materia de igualdad de género en las últimas décadas, permiten que las masculinidades comiencen a experimentar un proceso de transformación política y personal. Pese a la existencia de un sólido corpus de conocimiento científico sobre la situación de discriminación que sufren las mujeres en las actuales sociedades occidentales, la problemática que suscita el estudio de las masculinidades es relativamente creciente en el ámbito académico. De hecho, los estudios de las masculinidades emergen a comienzos de la década de los setenta y ochenta del pasado siglo en el contexto anglosajón, para dar cuenta de la situación de los hombres que, en tanto que sujetos con género, también son construidos socioculturalmente. En este proceso de construcción social, para adaptarse a las nuevas circunstancias contempladas por el avance de la lucha del movimiento feminista, algunos hombres han comenzado a hacer acopio del término “nuevas masculinidades”. Esta estrategia masculina, enmarcada por la imprecisión en el marco académico, insta a mostrar una imagen de los varones como partícipes de un proceso de cambio público y personal donde renuncian a sus privilegios para compartir posturas democráticas con las mujeres. Nada más lejos de la realidad, dado que los varones todavía no han iniciado ese proceso de desempoderamiento y de escucha activa a las demandas del movimiento feminista. En esta línea de pensamiento, la pregunta de investigación que se sustenta trata de responder a un fenómeno escasamente estudiado en el campo de investigación de los estudios de género, por cuanto que se pone el foco de atención en el estudio de las masculinidad con enfoque de género. Dicho de otro modo, los estudios de las masculinidades también suponen analizar el género, en la medida en la que los varones aprenden a constituirse como verdaderos hombres mediante el proceso de socialización. Desde este punto de vista, la masculinidad es una construcción identitaria expuesta permanentemente a prueba. De hecho, necesita ser validada por medio de diferentes mandatos o imperativos socioculturales aprobados por los diferentes sujetos genéricos que componen las sociedades. En virtud de lo expuesto, cabe preguntarse: ¿Cómo configura cada hombre su proceso de construcción de la masculinidad en un contexto sociocultural caracterizado por la constante transformación de las sociedades formalmente igualitarias pero estructural y cotidianamente desiguales? Si bien es cierto que una parte de los hombres occidentales han comenzado a asumir e interiorizar el discurso democrático vaticinado por en apariencia por las sociedades formales, paralelamente, son muchos los hombres que ejercen múltiples resistencia frente al desarrollo de una convivencia igualitaria con las mujeres. Así, la ausencia de corresponsabilidad en las prácticas de cuidado, la discriminación salarial, el consumo continuado de prostitución, y la violencia contra las mujeres, son algunas de las resistencias habituales que los hombres ejercen en detrimento de la igualdad de derechos y oportunidades entre mujeres y hombres. Ahora bien, también existen diferentes propuestas de transformación social de la identidad de género masculina que permiten promover el cambio hacia sociedades donde prime la igualdad real. En este sentido, se hace especial hincapié en la transgresión de la corporalidad, la superación de la misoginia y la homofobia, el acercamiento a las posiciones democráticas vaticinadas por los feminismos, y la incorporación de los hombres en la provisión de los cuidados. Estas propuestas de cambio que vertebran en diferentes elementos cotidianos, permiten promover una transformación en las relaciones de género que, a su vez, pueden desencadenar en un futuro cercano, hacia la justicia social. De hecho, estas propuestas conllevan a que los hombres puedan renunciar de manera individual y colectiva a aquellos privilegios obtenidos en detrimento de la posición de subordinación de las mujeres. En el intento de aportar luz a esta situación de resquebrajamiento de la masculinidad tradicional, se ha optado por una investigación de corte biográfico narrativo, donde las entrevistas en profundidad, permiten dar voz a tres varones occidentales sobre el propio proceso de construcción de su masculinidad, que se plasman, a su vez, en una historia de vida. Sin lugar a duda, se trata de un entramado sociocultural insuficientemente investigado en el marco de los estudios de género, pese a que los varones siempre han sido considerados como la norma universal de todas las cosas. Así, este enfoque metodológico pretende poner en evidencia la experiencia personal vivida por los varones en relación con su masculinidad, así como comprobar si la misma se ha visto envuelta en un cambio de tendencia como consecuencia de los avances consolidados en materia de igualdad de género. Para el análisis de los datos, se emplea el Modelo Relacional Centrado en la Voz (Mauthner y Doucet, 1998), en la medida en la que permite recordar la forma en la que los varones hablan (y no hablan) de sí mismos, es decir, de sus propias experiencias y de sus relaciones personales con su entorno social o familiar más cercano sobre todos aquellos elementos condicionantes que han marcado el transcurso de su vida. Por último, los resultados obtenidos muestran que los hombres no suelen escapar del modelo hegemónico que se cierne sobre ellos, a menos que intenten establecer un esfuerzo crítico de deconstrucción de la mirada masculina tradicional, cuestión un tanto compleja y difícil de realizar para algunos de los varones participantes en la investigación. De hecho, los varones entrevistados, a pesar de un discurso aparentemente de igualdad, se encuentran ubicados en lo acomodaticio de la masculinidad hegemónica. Así, para que puedan comenzar a tomar conciencia de la necesidad de cambio, es necesario realizar un trabajo individual que, necesita, además, de las aportaciones grupales y colectivas de hombres por la igualdad de género. Mientras tanto, resulta prioritario realizar mayor número de investigaciones que intercedan en beneficio de la igualdad de género desde la mirada masculina. Solo así la sociedad puede enfrentarse a este objeto de estudio tan escurridizo, que la academia no sabe con certeza hacia dónde conducirá.