Nuevos fármacos producidos por microorganismos del suelo y generación de un transportador dirigido por nanoanticuerpos

  1. Ortiz González, Matilde
Dirigida por:
  1. Miguel Soriano Rodríguez Director/a
  2. José Antonio García Salcedo Codirector/a

Universidad de defensa: Universidad de Almería

Fecha de defensa: 13 de octubre de 2022

Tribunal:
  1. José María Requena Rolanía Presidente/a
  2. Raquel Alarcón Rodríguez Secretario/a
  3. Francisco Olmo Arévalo Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 754893 DIALNET lock_openriUAL editor

Resumen

Los productos naturales son la fuente más valiosa para el descubrimiento y desarrollo de nuevos fármacos y sustancias bioactivas. Específicamente los microorganismos de origen terrestre como hongos y actinobacterias constituyen actualmente la principal fuente de antibióticos, antifúngicos, anticancerígenos, inmunosupresores, anti-inflamatorios, insecticidas, herbicidas y antiparasitarios. Asimismo, estos productos han servido de andamio para el desarrollo de nuevos productos sintéticos. El suelo es un entorno complejo y dinámico que contiene una gran cantidad de biomasa metabólicamente activa de los tres reinos de la vida. La mayor parte de esta biomasa es microbiana, y la actividad de estos microorganismos juega un papel clave en diferentes procesos ecológicos y ambientales, incluidos los ciclos del carbono y del nitrógeno. El suelo es el componente ambiental con mayor biodiversidad, específicamente microbiana, a órdenes de magnitud del resto de componentes del ecosistema. Ello implica una enorme diversidad genética y metabólica que probablemente es un reflejo de la gran heterogeneidad edáfica a escalas que van desde kilómetros hasta micrómetros. Es a esta escala microscópica que los microorganismos interactúan con el suelo y otros organismos presentes en él, lo que juega un papel fundamental en el desarrollo de una compleja química de metabolitos secundarios, considerándose como una fuente rica en moléculas bioactivas únicas. La enfermedad del sueño o tripanosomiasis africana es una enfermedad causada por el parasito protozoario T. brucei, que ocasiona un grave problema de salud en 36 países del África subsahariana y que además tiene un añadido impacto socioeconómico, debido a la infección tanto de humanos como del ganado doméstico. No existen vacunas disponibles frente a T. brucei debido a la capacidad que tiene el parásito para cambiar la glicoproteína variable de superficie (VSG, del inglés “variant surface glycoprotein”) evitando las respuestas mediadas por anticuerpos del huésped. El tratamiento principal se basa únicamente en quimioterapia, y aunque los fármacos utilizados son efectivos, la mayoría de ellos son viejos y están lejos del concepto moderno de fármaco en términos de toxicidad, especificidad y régimen terapéutico. Por lo tanto, existe una clara necesidad de nuevos tratamientos seguros y asequibles para su tratamiento. En este sentido, los productos naturales son la principal fuente de nuevos fármacos ya que son estructuras que han sido sintetizadas, degradadas y transformadas por sistemas enzimáticos. En la búsqueda de nuevas moléculas con actividad tripanocida, hemos realizado un cribado de alto rendimiento a partir de extractos microbianos de una librería de productos naturales procedentes de hongos y actinomicetos. El fraccionamiento de uno de estos extractos, perteneciente a un cultivo del hongo Amesia sp., generó un nuevo miembro de la familia de los curvicollides que ha sido designado como curvicollide D. El nuevo compuesto mostró una concentración inhibitoria 50 (IC50) 16 veces menor en Tripanosoma brucei que en células humanas. Además, indujo la detención del ciclo celular y la alteración de la estructura nucleolar. Finalmente, demostramos que el curvicollide D se une al ADN e inhibe la transcripción en los tripanosomas africanos, lo que provoca la muerte celular. Estos resultados constituyen el primer reporte sobre la actividad y modo de acción de un miembro de la familia de los curvicollides. El otro compuesto seleccionado del cribado inicial, a partir de especies del género Amesia fué la chaetocina. La chaetocina mostró un efecto dependiente de la dosis sobre la viabilidad de T. brucei con una IC50 de 8,3 nM y con un índice de selectividad en células de mamíferos desde 15 a más de 120. La chaetocina entra al interior celular mediante endocitosis, lo que explicaría la alta sensibilidad en T. brucei, provocando un fallo en la citocinesis y finalmente muerte celular. Además, la chaetocina indujo alteraciones tempranas en la estructura del nucléolo y, específicamente, produjo la inhibición de la transcripción mediada por la ARN polimerasa I en el locus ribosómico y el sitio de expresión activo. Además, determinamos que la chaetocina estabilizaba estructuras G-quadruplex (G4), e inducia daños en el ADN en T. brucei. En conjunto, estos resultados demuestran que Chaetocina es un inhibidor específico de la transcripción mediada por la ARN Pol I en T. brucei a través de la unión a estructuras G4 induciendo daño en el ADN. Finalmente, hemos producido un nanotransportador de fármacos para el tratamiento de la tripanosomiasis Africana humana (HAT, del inglés “Human African Tripanosomiasis”). Este nanosistema esta guiado por un nanoanticuerpo (Nb) que reconoce a la proteína invariable de superficie ISG75. Esta proteína está altamente conservada en los tripanosomas africanos, lo que convierte a este nanosistema en una potencial heramienta para el tratamiento de todos los tipos de HAT. Además, se ha añadido a este Nb la recuencia del péptido ligando del receptor de transferrina con objeto de facilitar al nanosistema el cruce de la barrera hematoencefálica. Experimentos in vitro e in vivo mostraron una alta especificidad de este nanosistema frente a T. brucei y curando la enfermedad en un modelo ratón de tripanosomiasis africana. En esta tesis doctoral, ponemos de manifiesto la importancia de los extractos naturales, principalmente procedentes de hongos y actinomicetos del suelo como fuente de nuevos fármacos, y la importancia de dichos fármacos en el tratamiento de enfermedades como la tripanosomiasis Africana. Se aportan nuevas moléculas con capacidad tripanocida, con mecanismos de acción aún por explotar, así como una nueva perspectiva en el abordaje del tratamiento de enfermedades que afectan al sistema nervioso central (SNC), mediante la generación de un transportador de fármacos selectivo frente a T. brucei con potencial de atravesar la barrera hemato-encefálica (BHE).