Una nueva generación de conocimientos para el uso seguro y efectivo de los medicamentos.

  1. GIMENEZ CASTELLANOS, JOSEFINA
Dirigida por:
  1. Joaquín Herrera Carranza Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Sevilla

Fecha de defensa: 26 de junio de 2013

Tribunal:
  1. Cecilia Fernández Lastra Presidente/a
  2. Esteban Moreno Toral Secretario/a
  3. Fernando Martínez Martínez Vocal
  4. Maite Garrido Martinez Vocal
  5. Catalina Alarcón de la Lastra Romero Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 334596 DIALNET

Resumen

INTRODUCCION: La seguridad del paciente ha llegado a ocupar una posición prioritaria en nuestra asistencia sanitaria, cada vez más compleja, que entraña riesgos potenciales y en la que no existe un sistema capaz de garantizar los errores, ya que es una actividad en la que se combinan factores inherentes al sistema con actuaciones humanas. Las consecuencias sanitarias, sociales y económicas de la ¿no seguridad¿ en la asistencia sanitaria han conducido a los organismos nacionales e internacionales a reflexionar sobre la seguridad del paciente y a desarrollar recomendaciones y estrategias, como la Alianza Mundial para la Seguridad del Paciente, que promueve la OMS. En este contexto, y asumiendo que para caminar y avanzar en el presente debemos de conocer nuestro pasado, surge la idea de este trabajo. El planteamiento general es el compromiso de la Farmacia con el medicamento y su evolución en el tiempo, según los avances del conocimiento, las nuevas aportaciones y visiones, el mayor grado de compromiso y responsabilidad protagonizado por los farmacéuticos, y las nuevas demandas y exigencias sociales y sanitarias de esta sociedad que debe exigir seguridad y efectividad en sus tratamientos farmacológicos. En la realidad de la ¿no seguridad¿ de los medicamentos, en los últimos años diferentes autores han empleado conceptos relacionados con la seguridad de los tratamientos farmacológicos, muchos de ellos interrelacionados, pero para los que no existe un consenso, impidiendo a los profesionales sanitarios el poder comparar su casuística y dificultando el planteamiento de la seguridad y efectividad farmacológica con un mismo objetivo. OBJETIVOS: 1) Realizar un análisis de situación en el ámbito de la seguridad del paciente, estableciendo una interrelación e integración (visión holística) de todos los planteamientos que se relacionan con los conocimientos y actuaciones que suponen un compromiso de la Farmacia con el medicamento y su evolución en el tiempo como un ¿todo¿, como una nueva generación de conocimientos y actuaciones respecto al uso del medicamento. 2) Recopilar la voz de líderes de opinión en Farmacia (Presidentes de Asociaciones Científicas estatales y autonómicas, profesionales y de Colegios Profesionales de farmacéuticos, vocales de Farmacia Hospitalaria en los Colegios Profesionales, Jefes de Servicio de Farmacia Hospitalaria, Coordinadores de Atención Primaria, etc.) con el fin de elaborar estrategias de prevención y/o intervención para mejorar la seguridad y efectividad de los medicamentos (además de las ya conocidas: dosificación en dosis unitarias, validación de la prescripción, etc.), implicación de la Farmacia y el profesional farmacéutico, etc. 3) Interrelacionar toda la terminología en materia de seguridad de los medicamentos, que actualmente induce a confusión, para que pueda ser conocida y manejada por todos los profesionales sanitarios, personal competente en materia de medicamentos y muy especialmente por los farmacéuticos, permitiendo la puesta en común y la comparación de los resultados publicados de los estudios. 4) Fomentar el debate entre los profesionales sanitarios sobre los conceptos relacionados con la seguridad y efectividad de los medicamentos, especialmente con el Error de Medicación (EM) que posee la particularidad de ser prevenible por definición, con el fin de aumentar la cultura de seguridad-calidad y el conocimiento sobre las consecuencias sanitarias derivadas del proceso de utilización de los medicamentos. MATERIAL Y METODOS: Se han empleado fuentes de información primarias (artículos originales y estudios científicos), secundarias (sistemas que recogen referencias bibliográficas y/o los resúmenes de artículos publicados en la literatura científica) y fuentes terciarias (recopilación seleccionada, evaluada y contrastada, libros). Como fuentes de información alternativas se incluyen: Internet, otros Centros de Información regionales o nacionales, prensa, etc. Entre las principales herramientas del estudio figura el diseño y la difusión de un cuestionario, dirigido a líderes de opinión en el campo de la Farmacia (presidentes de asociaciones científicas estatales y autonómicas, profesionales y de colegios profesionales, vocales de Farmacia hospitalaria en los colegios profesionales, jefes de servicio de Farmacia hospitalaria, coordinadores de atención primaria, etc.). Después de realizar un pequeño ensayo piloto en un reducido número de sujetos, con el fin de validar la encuesta en cuanto a inteligibilidad y aplicabilidad para dar lugar al cuestionario definitivo, se llevó a cabo el estudio en dos fases. PRIMERA FASE En la primera fase se intenta captar a líderes de opinión en Farmacia (Presidentes de Asociaciones Científicas estatales y autonómicas, profesionales y de Colegios Profesionales de farmacéuticos, vocales de Farmacia Hospitalaria en los Colegios Profesionales, Jefes de Servicio de Farmacia Hospitalaria, Coordinadores de Atención Primaria, etc.). SEGUNDA FASE En la segunda fase se envía la encuesta a otros farmacéuticos (Oficina de Farmacia, Atención Primaria, Farmacia Hospitalaria y otros) que no se consideran líderes de opinión, pero que son la mayoría de farmacéuticos que trabajan en distintos campos de la farmacia en España. El estudio se dirige a una muestra de farmacéuticos cualquiera que sea su campo de desarrollo profesional, en todo el territorio nacional. El período de recogida de la información tuvo lugar a lo largo de medio año, desde octubre de 2007 hasta marzo de 2008. El tipo de muestreo utilizado es un muestreo polietápico estratificado por provincias, puesto y cargos profesionales, a través del correo electrónico, diferenciando entre farmacéuticos que desempeñan su labor en Oficinas de Farmacia, Farmacia Hospitalaria, Atención Primaria u otros. Para cubrir los objetivos de la encuesta de poder recopilar la voz de líderes de opinión en Farmacia, así como la de otros farmacéuticos, con el fin de elaborar estrategias de prevención y/o intervención para mejorar la seguridad y efectividad de los medicamentos, se ha seleccionado una muestra de 2.271 farmacéuticos, distribuidos por diferentes puestos de trabajo, y considerando las 50 provincias en que está dividido el territorio estatal y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. DISCUSION En la actualidad, el concepto de seguridad es capital, uso seguro de los medicamentos, y se utiliza un repertorio de conceptos, términos y expresiones que los profesionales de la salud, competentes en materia de medicamentos (médicos, farmacéuticos, veterinarios, odontólogos, enfermería, etc.), están obligados a conocer, interpretar y manejar, no sólo en el contexto de la literatura científica, sino en lo que tiene una mayor repercusión, es decir, la toma de decisiones ante realidades concretas de pacientes concretos, tanto en la asistencia especializada como en la primaria, para evitar situaciones de confusión e interpretación, etc. Por todo ello, es necesario establecer de forma inequívoca un lenguaje común para todos los profesionales sanitarios que establezca una relación lógica entre los distintos conceptos usados ampliamente en el contexto, más necesario que nunca, de la seguridad de los tratamientos. Las actuaciones que se realizan para mejorar la calidad de la asistencia sanitaria, reducir los EM y aumentar la seguridad de los pacientes, avalan la práctica de la Atención Farmacéutica. Es en el hospital donde se pueden producir los EM potencialmente más graves, pero no por eso se debe olvidar la Farmacia Comunitaria ni al farmacéutico de Atención Primaria, donde la profesión tiene un papel clave en la prevención, detección y corrección de los EM. Sólo se conseguirá mejorar la calidad y seguridad de la asistencia sanitaria si asumimos que los EM son un problema de salud pública y nos implicamos en él todos los que nos relacionamos con el uso de los medicamentos, ya que para su solución no bastan los esfuerzos individuales aislados, sino que es necesario establecer de forma colectiva medidas estructurales y organizativas. En lo referente a la encuesta de opinión, una vez mostradas las diferentes posibilidades tecnológicas que nos ofrece Internet para la recogida de información, presenta la ventaja de la facilidad de implementación de los cuestionarios en un mínimo tiempo frente a otras metodologías. Entre sus desventajas figuran las mismas que las de los cuestionarios tradicionales, la baja tasa de respuesta, en nuestro caso, de un 9.86%. A pesar de que no es posible determinar la tasa de respuesta ¿normal¿ para una encuesta, ya que son muchos los factores que contribuyen, en términos generales, se considera ¿buena¿ una tasa de apertura de correo electrónico del 15-20%, sin embargo, no todos los individuos que abran el email participarán en la encuesta, por lo tanto es de esperar que el porcentaje de respuestas a la encuesta sea aún inferior. Una de las limitaciones del estudio es hacer llegar las encuestas, para lo que fue necesario conseguir un gran número de correos electrónicos. Un 52% de las encuestas recibidas provienen de farmacéuticos que trabajan en el hospital, porque fue más fácil conseguir estas direcciones electrónicas frente a la de farmacéuticos de Oficina de Farmacia o Atención Primaria. Los expertos en estudios de encuesta y las empresas encuestadoras conocen la dificultad que entraña la realización del trabajo de campo de una encuesta de opinión si se persigue la obtención de datos de calidad. La dificultad de localización de algunos de los individuos seleccionados, así como el rechazo a participar en la encuesta por parte de algunos otros, tienen como consecuencia en muchas ocasiones una bajísima tasa de respuesta, lo que introduce la posibilidad de obtener una muestra sesgada, ya que solamente habremos incluido en la muestra real a aquellos individuos de fácil localización y que, además, están bien predispuestos a dar su opinión. Es decir, el estudio ignorará por completo las opiniones de aquellos individuos que están muy ocupados o que son reacios a exponer sus ideas. El resultado será una muestra sesgada que no proporciona las opiniones del conjunto de la población sino sólo de una parte de ella. Finalmente, realizaremos un análisis de los resultados de la encuesta según los objetivos que persiguen los 3 bloques de preguntas: 1. En lo referente al grado de conocimiento de los términos planteados en relación con la seguridad y efectividad de los fármacos, el 58% de los encuestados están familiarizados con los términos de EM y Problema Relacionado con la Medicación (PRM) desde hace más de 5 años, y en menor medida con los de Acontecimiento Adverso por Medicamentos (AAM) y Resultado Negativo de la Medicación (RNM), aunque piensan que no está clara su definición, resultando necesario interrelacionar los términos y consensuar la terminología según cree el 87% de las respuestas. 2. Con lo que respecta a la sensibilización e importancia subjetiva, más de la mitad de las respuestas, 62%, dicen que en España no tenemos consciencia de la repercusión de los EM y de la implicación en seguridad y efectividad del tratamiento farmacológico que reciben los pacientes, aunque parece que sí hay una tendencia al cambio de mentalidad en esta problemática, y además resultaría coste-eficiente el invertir recursos para mejorar la seguridad sanitaria. Un 77% de los encuestados opina que los farmacéuticos son los profesionales sanitarios más comprometidos en el aspecto de la seguridad de la asistencia sanitaria. 3. Los EM son una realidad asistencial. Un 75% ha sufrido o conoce algún EM en su entorno, aunque en su mayoría fueron EM no graves, pero también hemos visto algunos ejemplos de EM graves o que ocasionaron la muerte de un paciente, como errores en la dosificación o en la vía de administración de fármacos. Un 80% creen en la utilidad de crear un Sistema de Notificación Estatal de EM, similar al que ya existe de Reacciones Adversas a los Medicamentos (RAM), donde existe la obligación de notificación a un Centro Coordinador Estatal. A pesar de que hemos visto que los farmacéuticos están muy implicados en la seguridad sanitaria, según las respuestas obtenidas, un 72% dice que podría hacerse más, entre las medidas propuestas, un 98% opina que sería interesante dedicar un apartado dentro del SFT que se realiza en la Oficina de Farmacia, a la prevención y registro de EM. Como estrategias de intervención innovadoras que impliquen a todos los profesionales sanitarios en la mejora de la seguridad y efectividad se proponen medidas centradas en mejorar la comunicación entre los mismos profesionales y el paciente, el Seguimiento Farmacoterapéutico, el crear sistemas de alertas que faciliten el trabajo asistencial diario en materia de seguridad, el análisis de errores cuando se produzcan y la presencia y actuación del farmacéutico en todos los niveles asistenciales: Farmacia Comunitaria, Primaria y Hospitalaria. CONCLUSIONES El trabajo realizado ha permitido obtener información sobre la realidad de la farmacia como profesión desde sus inicios hasta la actualidad, donde la seguridad y efectividad de los tratamientos farmacológicos ha sido y sigue siendo motivo de preocupación. No sólo se ha realizado una descripción del estado actual de la cuestión sino que, con el objetivo final de conseguir una terapéutica óptima segura y efectiva, se han identificado puntos susceptibles de mejora mediante el desarrollo de estrategias de intervención. Las principales conclusiones de este trabajo son las siguientes: 1.El farmacéutico y la farmacia como profesión, han alcanzado su identidad, y por ello deben adaptarse al cambio mediante una evolución de su actividad, para dar respuesta a los problemas derivados del uso de los medicamentos. 2.Las diferentes áreas: Farmacia Clínica, Farmacovigilancia, Ensayos Clínicos, Uso Racional del Medicamento, Farmacogenómica y Farmacogenética, Atención Farmacéutica, giran entorno a un doble eje común: el paciente y la seguridad y efectividad de los fármacos. 3.El desempeño profesional farmacéutico debe evolucionar hacia actividades de Farmacia Clínica con la incorporación efectiva de los farmacéuticos a los equipos interdisciplinares de atención a la salud. 4.El farmacéutico, tiene en sus diferentes orientaciones profesionales (Oficina de Farmacia, Atención Primaria y Hospital) una posición ideal por su relación con el paciente, para colaborar en programas de Famacovigilancia, mediante la detección de reacciones adversas a medicamentos. 5.Es necesario potenciar la realización de Ensayos Clínicos para conseguir fármacos más seguros y eficaces, donde el farmacéutico puede participar en el control de protocolos y esquemas de trabajo para mejorar la seguridad y disminuir la probabilidad de error. 6.El farmacéutico de Atención Primaria juega un papel primordial en todas las estrategias relacionadas con el Uso Racional del Medicamento y constituye el nexo de unión entre el trinomio Hospital-Centro Atención Primaria-Oficina de Farmacia con respecto al paciente. 7.Las Facultades de Farmacia determinan el futuro desempeño profesional de los farmacéuticos, así pues, se ha de establecer claramente cuáles son las necesidades de la sociedad y qué servicios farmacéuticos son necesarios, ya que existe una relación directa entre ambos. 8.El desarrollo de la Farmacogenómica y la Farmacogenética en los próximos años probablemente potenciará la nueva orientación de la farmacia, analizando la información genética relacionada con la eficacia y seguridad de los medicamentos y ofreciendo criterios objetivos para el uso racional del medicamento. 9.El farmacéutico tiene una labor con la sociedad a través del Seguimiento Farmacoterapéutico del paciente en todos los niveles de atención sanitaria (Especializada, Primaria y Oficina de Farmacia). 10. En los últimos años, la mayoría de los farmacéuticos, nos hemos familiarizado con la terminología relacionada con la seguridad de los medicamentos, pero es necesario consensuarlos y establecer una interrelación entre los mismos para evitar la confusión y facilitar la comparación entre los estudios que permitan poner de manifiesto la problemática y la propuesta de actuaciones. 11. A pesar de que aún no se ha alcanzado la consciencia de la repercusión que tiene la prevención de los errores de medicación, sí se están produciendo un cambio de mentalidad en la seguridad farmacológica. 12. Los Errores de Medicación se producen a diario en la práctica clínica, aunque en la mayoría de ocasiones tienen consecuencias no graves. 13. Resultaría interesante incluir un apartado para el registro de Errores de Medicación en el formulario de seguimiento farmacoterapéutico que se realiza en la Oficina de Farmacia. 14. Los farmacéuticos son los profesionales más comprometidos con la seguridad de la asistencia sanitaria, aunque existen muchas propuestas de mejora. 15. En la Farmacia del siglo XXI, y en el contexto actual de crisis económica, el medicamento es la herramienta necesaria para conseguir el verdadero objetivo: una sanidad integrada en el paciente, para lo que resulta imprescindible una profesión farmacéutica comprometida con la salud de los ciudadanos, convencida de su valiosa aportación en la mejora de los resultados de salud, que aporte eficiencia al sistema sanitario y contribuya a la sostenibilidad del mismo.