Estudio de PARP-1 en células tumorales y células madre de cáncer de páncreas. Implicación en la resistencia tumoral y uso como diana terapéutica

  1. Quiñonero Muñoz, Francisco José
Dirigida por:
  1. José Carlos Prados Salazar Codirector
  2. Raúl Ortiz Quesada Codirector

Universidad de defensa: Universidad de Granada

Fecha de defensa: 27 de marzo de 2023

Tribunal:
  1. C Diéguez Castillo Presidente/a
  2. Laura Cabeza Secretaria
  3. Juan Gallo Páramo Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Los tumores gastrointestinales representan un grupo heterogéneo de enfermedades que generan 4,8 millones de casos y 3,4 millones de muertes al año, por lo que suponen una cuarta parte de la incidencia y el 35% de las muertes producidas por cáncer a nivel mundial. Entre estos, el cáncer de páncreas es el duodécimo más diagnosticado y la séptima causa de muerte, poseyendo una elevada letalidad en los países desarrollados. Uno de sus principales problemas es la ausencia de sintomatología específica, que desemboca en un diagnóstico tardío cuando el paciente se encuentra en estadios avanzados en los que ya se ha producido metástasis. Estos motivos, junto con el fenómeno de resistencia a los fármacos utilizados, provocan que la terapia actual sea ineficaz en este tipo tumoral, por lo que es necesario el descubrimiento de nuevas vías de tratamiento. La reparación de daños en el DNA es uno de los procesos relevantes en esta resistencia y la familia de enzimas PARP posee una gran importancia en esta reparación. Su principal miembro (PARP-1) actúa como un sensor molecular en varias rutas de reparación como la recombinación homóloga o la reparación de roturas en cadena simple (SSBR). Su función se realiza a través de la activación de proteínas implicadas en estos procesos mediante la PARilación, que es un proceso donde esta enzima modifica proteínas añadiendo residuos de ADP-ribosa. Adicionalmente, se ha observado que PARP-1 se encuentra implicada en tumorogénesis y progresión tumoral, habiéndose mostrado que el uso de inhibidores específicos frente a esta sensibilizaba a diferentes tipos de cáncer frente a fármacos quimioterápicos, incrementando así su efecto antitumoral. El objetivo principal de este trabajo de tesis doctoral era estudiar el papel que juega la expresión de PARP-1 en células tumorales derivadas de tumores gastrointestinales (específicamente, cáncer pancreático), y en las diferentes subpoblaciones como las células madre tumorales, y como la inhibición de PARP-1, tanto génica (con RNAi) como farmacológica con el Olaparib (OLA), puede mejorar los procesos de quimiorresistencia. Nuestros resultados mostraron que las líneas tumorales de tumores GI presentan una sobreexpresión de PARP-1 y como subpoblaciones dentro de estas, más resistentes a fármacos, poseen una expresión mayor de esta enzima comparado con tejidos no tumorales. Además, se mostró que los fármacos Doxorrubicina y Gemcitabina (GEM) eran capaces de producir la activación de PARP-1 en líneas de cáncer de páncreas. Al estudiar el silenciamiento génico de PARP-1 en una línea modificada que poseía la expresión de PARP-1 inhibida (6 veces menor), los resultados mostraron que la línea modificada (Panc02-L) poseía una mayor sensibilidad a varios de los fármacos citotóxicos probados (Gemcitabina, Doxorrubicina y Paclitaxel). Adicionalmente, la inhibición farmacológica de PARP-1 usando Olaparib generaba sinergia con el fármaco Gemcitabina, que se manifestó a través del incremento de la apoptosis celular en la combinación de ambos tratamientos. Además, la combinación de Olaparib con irradiación mostró un efecto sensibilizador de las células frente al fármaco Gemcitabina. Los diferentes estudios que llevamos a cabo de la implicación de PARP-1 en procesos relacionados con agresividad tumoral mostraron que la inhibición farmacológica o estable de PARP-1 en la línea Panc02 redujo la progresión tumoral, mostrando una menor clonogenicidad, migración y angiogénesis celular. Además, las células con esta represión de PARP-1 poseían una menor expresión de marcadores característicos de células madre tumorales como DNMT1 y SOX2 y eran más sensibles al tratamiento con Gemcitabina en ensayos de formación de tumorosferas tridimensionales. Estos interesantes resultados obtenidos in vitro, se replicaron en los experimentos in vivo con modelos murinos de tumores subcutáneos de páncreas derivados de Panc02, donde se demostró que el tratamiento simultáneo de Gemcitabina y Olaparib redujo en un 86% el volumen tumoral, un resultado significativamente mejor que el obtenido por los fármacos de forma individual (70 y 64% respectivamente). Además, los tumores inducidos a partir de la línea Panc02-L poseían un crecimiento 62% menor frente a la línea basal. Respecto a la supervivencia relativa de estos ratones, no existían diferencias significativas entre los grupos experimentales, aunque ninguno de los ratones inducidos a partir de la línea Panc02-L murió. El análisis de los tumores mostró una inducción de apoptosis temprana tras el tratamiento de los tumores Panc02 con Olaparib o en los tumores derivados de la línea Panc02-L. Este interesante efecto antitumoral provocado por la inhibición de PARP-1 mediante el Olaparib nos animó a tratar de potenciar el efecto de este utilizando la nanotecnología. Para esto, se encapsuló el Olaparib en nanoformulaciones de fosfato cálcico y se combinó con ácido ascórbico (AA), una vitamina que había mostrado efecto sinérgico con inhibidores de PARP-1 en otros tipos de cáncer. Los resultados de citotoxicidad mostraron que las nanoformulaciones que coencapsulaban Olaparib y ácido ascórbico (NP-ACP-OLA-AA) poseían un efecto citotóxico superior en tres líneas de adenocarcinoma pancreático testadas: Panc02, PANC-1 y MIA PaCa-2. Estas nanoformulaciones produjeron reducciones de la IC50 del 50, 56 y 28% en las líneas anteriormente nombradas frente al fármaco libre. Posteriormente, comprobamos que la combinación de ácido ascórbico en dosis no tóxicas y Olaparib era sinérgica, lo que podría explicar los interesantes resultados obtenidos en los estudios de toxicidad. Además, se mostró que los tratamientos con el fármaco libre y nanoencapsulado reducían la expresión proteica del marcador de proliferación Ki67, disminuyendo el crecimiento celular. La muertes producidas en las células tumorales por la nanopartícula y el fármaco libre se generaban mediante apoptosis, siendo este efecto 4 veces mayor en la primera. Este efecto se producía a través de la mayor genotoxicidad inducida por la nanopartícula, siendo este un 50% superior frente al fármaco libre tras 24 horas de tratamiento. Estos hallazgos fueron comprobados in vivo en ratones inmunodeprimidos NOD-SCID generados con células PANC-1. Los resultados mostraron que las nanoformulaciones redujeron el volumen tumoral en un 59,1% frente al control e incrementaba el efecto del fármaco libre, siendo su inhibición un 31% mayor. Este efecto podría justificarse por la acción sinérgica del Olaparib junto al ácido ascórbico y por el efecto EPR (efecto de permeabilidad y retención aumentada), que permite una mayor acumulación de nanopartículas en el tumor. El análisis histológico mediante hematoxilina-eosina y rojo alizarina demostró que las NPs llegaban al tejido correctamente, produciendo oquedades en el seno tumoral y generando una mayor inducción apoptótica frente al fármaco libre (comprobada mediante un ensayo TUNEL). En base a todos estos resultados, podemos concluir que este trabajo de tesis doctoral avanza en el estudio de PARP-1 como una nueva diana para el tratamiento antitumoral, demostrando que PARP-1 se encuentra sobreexpresada en líneas tumorales de tumores gastrointestinales, como el cáncer de páncreas y que su expresión se encuentra vinculada a procesos de quimiorresistencia y de malignidad celular tanto in vitro como in vivo. Al estudiar los efectos de su modulación, tanto la inhibición estable (a través de vectores virales) como la farmacológica se muestran como una terapia eficaz para permitir la sensibilización de las células tumorales pancreáticas frente al fármaco Gemcitabina. Finalmente, la generación de nanoformulaciones de Olaparib en combinación con ácido ascórbico permite que la sinergia mostrada por ambos fármacos mejore el efecto citotóxico del fármaco libre tanto in vitro como in vivo. En conclusión, la inhibición de PARP-1, sola o en combinación con Gemcitabina, puede convertirse en una interesante estrategia terapéutica para el tratamiento de tumores pancreáticos, ya que reduce la agresividad tumoral y permite evadir mecanismos de resistencia a quimioterapia. Además, las nuevas nanoformulaciones testadas podrían mejorar esta estrategia de tratamiento potenciando el efecto del Olaparib libre.