Análisis criminológico de la delincuencia con criptomonedas cometida por grupos criminales y su aproximación desde los sistemas inteligentes

Resumen

El origen de las criptomonedas tuvo lugar con la creación del Bitcoin por Satoshi Nakamoto. Su aparición se vio impulsada por la crisis económica del año 2008 que ocasionó un aumento de la desconfianza de la población hacia las entidades bancarias. Se consideraba que el comercio electrónico dependía excesivamente de las entidades bancarias, que actuaban como intermediarios capaces de revertir las transacciones realizadas. Por lo tanto, surgió un sistema de pago que, a través de su criptomoneda Bitcoin, permitía la realización de transacciones directamente entre personas sin intermediarios, de una forma segura debido a la protección mediante criptografía y que no disponía de ningún dato de carácter personal, dotándolo de anonimato. De esta forma, se daba respuesta a un amplio sector de la población que exigía un sistema de pago que garantizara la privacidad de su actividad financiera. Sin embargo, al mismo tiempo las criptomonedas se han utilizado en el ámbito criminal. Las mismas características que garantizaban la privacidad del comercio electrónico con carácter legal, han favorecido el desarrollo de una gran variedad de actividades delictivas. Por ejemplo, el blanqueo de capitales, las estafas, los ataques ransomware y la criminalidad organizada. Esta tecnología ha permitido a los criminales la realización de transacciones anónimas, descentralizadas, internacionales, de bajo coste, sin intermediarios, rápidas y que permiten su conversión a otras monedas fiduciarias. Todo ello, ha ocasionado la preocupación de las autoridades, que se enfrentan a una tecnología que favorece su utilización para el delito y que al mismo tiempo dificulta su detección y su persecución. Por ello, se han desarrollado una gran cantidad de investigaciones dirigidas al descubrimiento de los autores de las direcciones Bitcoin y al estudio de la Blockchain con el propósito de determinar patrones de actividades sospechosas de ser un delito con el objetivo de facilitar a las autoridades encargadas de la lucha contra la criminalidad la detección, persecución y prevención de este tipo de criminalidad, especialmente mediante el desarrollo de herramientas de análisis forense de la Blockchain. No obstante, debido a la complejidad de este fenómeno criminal, se considera que es necesario ampliar su estudio y abordar otros aspectos del delito que vayan más allá de la detección, persecución y aprehensión de sus autores. Se requiere de una aproximación criminológica que permita comprenderlo en su totalidad y elaborar políticas de prevención adecuadas en el futuro. La hipótesis de partida es que una comprensión global del fenómeno criminal desde todos los elementos del delito permitiría determinar su importancia como herramienta para el delito y dirigir las actuaciones hacia los aspectos clave de estos delitos. El objetivo general de este trabajo de investigación será estudiar el crimen con criptomonedas desde una perspectiva criminológica. Para ello, se han previsto varios objetivos específicos que se van a centrar en el estudio del autor, las víctimas, los tipos de delitos cometidos y las motivaciones criminales. Para alcanzar los objetivos propuestos se ha llevado a cabo una metodología de carácter mixto que combina metodologías cuantitativas y cuantitativas a través del desarrollo de cinco experimentos. El primero de ellos se corresponde con la aplicación de sistemas inteligentes a casos de criminalidad en esta materia con el objetivo de obtener nuevo conocimiento que pudiera guiar esta investigación y las actuaciones policiales. Los cuatro experimentos restantes abordan cada uno de los aspectos del delito que se consideran relevantes para la comprensión del fenómeno que son: los autores, los tipos de delito, las víctimas y las motivaciones criminales. Los resultados obtenidos muestran que: 1) los grupos criminales son el perfil de autor mayoritario; 2) Han surgido nuevos perfiles de autores individuales que son autodidactas; 3) predominan los delitos contra la propiedad; 4) la victimización depende de los patrones socioespaciales de autores y víctimas y por último y 5) la decisión de utilizar las criptomonedas puede verse influenciada por otros factores diferentes a sus características como los que permiten una mayor rentabilidad para el negocio criminal. Finalmente, los resultados obtenidos podrían servir para orientar el desarrollo posterior de actuaciones de detección, persecución y lucha contra la criminalidad cometida con criptomonedas, así como para la elaboración de medidas de prevención del delito dirigidas las víctimas identificadas como potenciales y a los delitos más frecuentes.