Estudio de los factores asociados al deterioro de la calidad de vida en pacientes con enfermedades dermatológicas y sus convivientes

  1. Sánchez Díaz, Manuel
Dirigida por:
  1. Salvador Arias Santiago Codirector
  2. Alejandro Molina Leyva Codirector

Universidad de defensa: Universidad de Granada

Fecha de defensa: 13 de junio de 2023

Tribunal:
  1. María Victoria de Gálvez Aranda Presidente/a
  2. Agustín Buendia Eisman Secretario
  3. Antonio Martínez López Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Introducción: La Calidad de Vida Relacionada con la Salud (CVRS) es un concepto multidimensional que evalúa el impacto que tiene el estado de salud de las personas en su calidad de vida. Actualmente hay un interés creciente por parte de la comunidad científica en conocer las implicaciones que tienen las distintas enfermedades en términos de CVRS. Esta información es especialmente útil para plantear de una asistencia sanitaria más global, que tenga en cuenta no solo la sintomatología propia de la enfermedad, sino también la afectación de la calidad de vida personal y familiar que conlleva. A este respecto, existen cada vez más publicaciones que abordan el estudio de los factores asociados al déficit en la calidad de vida de pacientes y convivientes de pacientes con enfermedades dermatológicas, tales como la psoriasis, la dermatitis atópica o la hidradenitis supurativa. Sin embargo, dada la ausencia de evidencia científica sólida al respecto, planteamos realizar un proyecto de investigación centrado en el estudio de los factores asociados al déficit en la calidad de vida, calidad del sueño y rasgos de personalidad disfuncionales en pacientes con Urticaria Crónica Espontánea (UCE) y Alopecia Areata (AA), así como en sus convivientes más cercanos. Material y métodos: Para el desarrollo de la presente Tesis Doctoral se llevaron a cabo diversos estudios de diseño transversal tanto para la UCE como para la AA, y una revisión sistemática de la literatura. Los estudios realizados en relación a la UCE fueron 4. Todos ellos fueron realizados siguiendo un diseño transversal que incluyó a pacientes diagnosticados de UCE atendidos en el Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Virgen de las Nieves o contactados a través de la Asociación de Afectados por Urticaria Crónica, independientemente de la gravedad. Se recogieron datos clínicos y sociodemográficos, así como diversos cuestionarios validados en relación a la calidad de vida (calidad de vida general, calidad de vida relacionada con la UCE, ansiedad y depresión, disfunción sexual, Personalidad Tipo D (PTD) y calidad del sueño). En cada uno de los estudios se valoraron diferentes variables principales: A) Estudio sobre calidad de vida y disfunción sexual en pacientes con UCE (estudio nº 1): En él se exploraron los factores clínicos y sociodemográficos asociados a una peor calidad de vida y a la disfunción sexual de los pacientes. Las variables principales fueron las medidas de calidad de vida de los pacientes (Dermatology Life Quality Index, Chronic Urticaria Quality of Life Questionnaire) y las escalas de disfunción sexual (International Index of Erectile Function, Female Sexual Function Index). B) Estudio sobre el impacto de la PTD en los pacientes con UCE (estudio nº 2): En él se compararon las distintas variables clínicas, sociodemográficas y de calidad de vida entre aquellos pacientes con y sin rasgos de PTD, a fin de explorar qué implicaciones tiene este tipo de personalidad en los pacientes con UCE. C) Estudio sobre la calidad del sueño en pacientes con UCE (estudio nº 3): En él se evaluaron qué factores clínicos, sociodemográficos y de calidad de vida se asocian con una peor calidad de vida en los pacientes con UCE. La variable principal de medida fue la escala de valoración de la calidad del sueño (Pittsburgh Sleep Quality Index). D) Estudio sobre la calidad de vida en convivientes de pacientes con UCE (estudio nº 4): En él se evaluaron las implicaciones que tienen los distintos índices de actividad de la enfermedad y de calidad de vida de los pacientes en los índices de calidad de vida de sus convivientes. Las variables principales fueron aquellas relacionadas con la calidad de vida de los convivientes (principalmente el Family Dermatology Life Quality Index). Por otro lado, los estudios relacionados con la AA fueron 3. Todos ellos se diseñaron como estudios de tipo transversal de pacientes con AA, independientemente de su gravedad y su tratamiento, y un grupo control formado por participantes sanos emparejados por edad y sexo con los pacientes. Los participantes fueron reclutados a través de las consultas de Dermatología del Hospital Universitario Virgen de las Nieves y con el contacto a través de la Asociación de Alopecia de Madrid. Se recogieron datos clínicos y sociodemográficos, así como diversos cuestionarios validados en relación a la calidad de vida (calidad de vida general, ansiedad y depresión, disfunción sexual, PTD y calidad del sueño). En cada uno de los estudios se valoraron diferentes variables principales: A) Estudio sobre prevalencia e implicaciones de la PTD en pacientes con AA (estudio nº 5): En él se comparó la presencia de rasgos de PTD en pacientes y controles sanos. Además, se exploraron los factores clínicos, sociodemográficos y de calidad de vida asociados a la presencia de rasgos de PTD en los pacientes con AA. B) Estudio sobre la calidad del sueño en pacientes con AA (estudio nº 6): En él se compararon las medidas de calidad del sueño entre pacientes y controles sanos. Además, se exploraron los factores clínicos, sociodemográficos y de calidad de vida asociados a la presencia de peor calidad del sueño. La variable principal del estudio fue la escala de valoración de la calidad del sueño (Pittsburgh Sleep Quality Index). E) Estudio sobre la calidad de vida en convivientes de pacientes con AA (estudio nº 7): En él se evaluaron las implicaciones que tienen los distintos índices de actividad de la enfermedad y de calidad de vida de los pacientes en los índices de calidad de vida de sus convivientes. Las variables principales fueron aquellas relacionadas con la calidad de vida de los convivientes (principalmente el Family Dermatology Life Quality Index). Finalmente, se realizó una revisión sistemática (estudio nº 8) de la literatura científica disponible en los motores de búsqueda de Medline y Web of Science hasta el 11 de octubre de 2022 acerca de las implicaciones que tiene la PTD en los pacientes con enfermedades cutáneas. Se trató de responder a las siguientes preguntas de investigación: a) La PTD se asocia con mayor gravedad en los pacientes que sufren de enfermedades cutánaes; b) La PTD se asocia con peor calidad de vida en los pacientes que sufren de enfermedades cutáneas; y c) La PTD se asocia con mayores tasas de comorbilidades psicológicas El comando de búsqueda utilizado fue el siguiente: (((TYPE D PERSONALITY) OR SOCIAL INHIBITION) OR NEGATIVE AFFECTIVITY) AND (SKIN DISEASE OR CUTANEOUS DISEASE OR SKIN OR DERMATOLOGY OR PSORIASIS OR HIDRADENITIS OR ACNE OR URTICARIA OR SKIN CANCER OR MELANOMA OR ALOPECIA OR DERMATITIS OR ECZEMA OR ROSACEA). Resultados: -Estudio nº 1: Se incluyeron 75 pacientes con UCE, con una proporción mujer/hombre de 2.40. El sexo femenino, el peor control de la enfermedad y la disfunción sexual se asociaron a peores índices de calidad de vida (p<0,001). Se detectó disfunción sexual en el 52% de los pacientes de sexo femenino y en el 63% de los de sexo masculino. La disfunción sexual se asoció a un mal control de la enfermedad (p<0,001). La DS femenina, pero no la masculina, se asoció a una peor calidad de vida (p=0,02) y a un incremento del 85% en la prevalencia de ansiedad y del 90% en la prevalencia de depresión. -Estudio nº 2: Se incluyeron 75 pacientes con UCE, con una proporción mujer/hombre de 2.40. La PTD estuvo presente en el 28% (21/75) de los pacientes. A pesar de que la PTD no se asoció con el peor control de la enfermedad, se encontraron mayores tasas de ansiedad y depresión en el grupo de pacientes con PTD (p<0.05). La presencia de PTD se asoció a una peor calidad de vida y a una mayor frecuencia de trastornos del sueño (p<0.05). -Estudio nº 3: Se incluyeron 75 pacientes con UCE, con una proporción mujer/hombre de 2.40. Se encontró una mala calidad del sueño en el 78,67% (59/75) de los pacientes. El deterioro de la calidad del sueño se asoció a un peor control de la enfermedad, mayor prurito e inflamación y peor calidad de vida general y relacionada con la urticaria (p<0,05). Los pacientes con mala calidad del sueño mostraron una mayor prevalencia de ansiedad (incremente de 1.62 veces) y de depresión (incremento de 3.93 veces). La disfunción sexual femenina, pero no la masculina, se relacionó con una peor calidad del sueño (p=0,04). -Estudio nº 4: Se incluyeron en el estudio 62 sujetos, 31 pacientes con UCE y 31 convivientes. El peor control de la enfermedad y la peor calidad de vida de los pacientes se asociaron con una peor calidad de vida familiar y mayores tasas de ansiedad entre los convivientes (p < 0,05). La mala calidad de vida de los pacientes se asoció con una menor satisfacción sexual entre los convivientes (p < 0,05). La larga duración de la enfermedad (>10 años) se asoció con una mayor prevalencia de personalidad tipo D entre los convivientes (razón de prevalencia: 2,59; IC 95%: 1,03-7,21). -Estudio nº 5: Se incluyó a un total de 120 participantes (60 pacientes y 60 controles). Los pacientes con AA mostraron una mayor prevalencia de PTD que los controles (35% frente a 15% p=0.01), así como mayores tasas de ansiedad, depresión y disfunción sexual (p<0.05). Se observó que la PTD estaba relacionada con la gravedad de la enfermedad (p=0.04), las puntuaciones de ansiedad y depresión (p<0,001) y una peor calidad de vida (p=0.001). No se encontró ninguna relación entre la PTD y la disfunción sexual. -Estudio nº 6: Se incluyó a un total de 120 participantes (60 pacientes y 60 controles). Los pacientes con AA mostraron peores puntuaciones de sueño que los controles (p = 0.003), así como mayores tasas de ansiedad y depresión (p < 0.05). Tras el análisis multivariante, se observó que la peor calidad del sueño se asoció con la ansiedad, la depresión, una peor calidad de vida y una mayor puntuación de personalidad tipo D, independientemente de la gravedad de la enfermedad. -Estudio nº 7: Se incluyeron en el estudio 84 participantes: 42 pacientes con AA y 42 convivientes. La peor calidad de vida y el peor control de la enfermedad en los pacientes se asociaron con una peor calidad de vida de los convivientes, mayores puntuaciones de ansiedad y depresión, y una menor satisfacción sexual de los convivientes (p < 0.05). La ansiedad y la depresión en los pacientes se asociaron con una peor calidad de vida de los convivientes, mayores índices de ansiedad y menor satisfacción sexual en los convivientes (p < 0.05). Estudio nº 8: Un total de 20 estudios, con 3124 participantes, cumplieron los criterios de elegibilidad y se incluyeron en la revisión. El acné, la hidradenitis supurativa, la psoriasis, el melanoma, la dermatitis atópica, la urticaria crónica espontánea y los trastornos pruriginosos fueron las principales enfermedades evaluadas. La PTD fue más frecuente entre los pacientes con enfermedades cutáneas que entre los controles. Los estudios evaluados mostraron que la PTD se asoció a una peor calidad de vida y a tasas más elevadas de comorbilidades psicológicas en pacientes que padecían enfermedades cutáneas. Conclusiones: Existen factores específicos asociados al déficit en las distintas esferas de la calidad de vida de los pacientes con UCE y AA, así como de sus convivientes. El sexo femenino, la presencia de PTD y la peor calidad el sueño se asocian a peor calidad de vida de los pacientes. Por otro lado, la falta de control de la enfermedad, así como la peor calidad de vida de los pacientes con UCE y AA se asocian a peor calidad de vida y mayores tasas de ansiedad y depresión en sus convivientes. Tras la revisión sistemática de la evidencia científica disponible acerca del impacto de la PTD en los pacientes con enfermedades cutáneas, se concluye que la PTD es más frecuente en los pacientes con enfermedades dermatológicas que en los controles sanos, y que la PTD puede considerarse un marcador de aquellos pacientes con mayor probabilidad de padecer una peor calidad de vida y mayores tasas de comorbilidades psicológicas.