El estrecho de GibraltarMorfología submarina, conexiones oceanográficas y evolución
- Juan-Tomás Vázquez
- Ferràn Estrada
- Gemma Ercilla
- Carmen Juan
- Marga García
- Nieves López-González
- Desiré Palomino
- Patricia Bárcenas
- David Casas
- Bouchta El Moumni
- María Carmen Fernández Puga
- Luis Miguel Fernández Salas
- Jesús Galindo Zaldívar
- Antonio García Ledesma
- María Gómez Ballesteros
- Lourdes González del Castillo
- Carmen López Martínez
- Olga Sánchez Guillamón
- Miriam Sayago Gil
- María Olvido Tello
- Izaskun Villar
- Nicolás Sandoval
- José Luis Sanz
- Juan Pérez-Rubín (coord.)
- Teodoro Ramírez (coord.)
Editorial: Real Sociedad Española de Historia Natural
ISBN: 978-84-09-33849-8
Año de publicación: 2023
Páginas: 77-108
Tipo: Capítulo de Libro
Resumen
El estrecho de Gibraltar es un rasgo fisiográfico de primer orden entre el sur de Iberia y el norte de África. Ha sido excavado sobre el Arco de Gibraltar a favor de un sistema de fallas conjugadas de direcciones ENE-OSO y ONO-ESE que han actuado como estructuras de debilidad. El Estrecho fue generado por procesos erosivos de las masas de agua procedentes del océano Atlántico en el Plioceno inferior, al producirse de forma brusca y rápida la inundación de la cuenca del mar de Alborán. Una vez estabilizada la inundación comenzó el intercambio y la interacción de las masas de agua atlántica y mediterránea tal y como hoy la conocemos: el agua atlántica que circula en la superficie del Estrecho hacia el mar de Alborán, y las masas de agua mediterráneas que transitan en profundidad hacia el océano Atlántico. La aceleración de las masas de agua atlántica y mediterránea en el corredor del Estrecho ha favorecido el desarrollo de procesos erosivos. Estos procesos han permitido los afloramientos del substrato rocoso, el desarrollo de inestabilidades sedimentarias, generación de paleocanales, costras carbonatas y formaciones coralígenas de aguas frías durante el Plioceno y el Cuaternario.Asimismo, la aceleración de las masas de agua mediterráneas en su camino de entrada y salida del Estrecho y su interacción con el suelo marino han controlado la sedimentación tanto en la cuenca del mar de Alborán como en el golfo de Cádiz, formando sistemas deposicionales contorníticos