Poniendo en valor el sonido urbano: introducción a la norma ISO 12913

Resumen

El paisaje sonoro urbano, su ambiente acústico también denominado el clima acústico de la ciudad, ha demostrado ser un elemento que afecta y condiciona de forma importante la calidad de vida de las personas. Hablamos de la ciudadanía que habita el municipio y de sus visitantes, a quienes también puede llegar a condicionar significativamente su impresión y valoración global de la ciudad. Más allá del ruido urbano como una forma de contaminación, en los últimos años ha crecido considerablemente el interés por los sonidos de la ciudad como una característica positiva de la misma. Hablar de sonidos y no sólo de ruidos es el primer paso para entender que el clima acústico de la ciudad afecta a la salud de las personas y al valor que pueda tener desde el punto de vista turístico y patrimonial, razones más que suficientes para que sea tenido en cuenta en el diseño urbano. Un diseño en el que no sólo se combate el ruido sino que también se busca crear espacios caracterizados por el valor que sus sonidos aportan a la calidad de vida y a la satisfacción global de residentes y visitantes de la ciudad. Es decir, introducir en el diseño de ciudad el sonido urbano como recurso que aporta valor. Teniendo esto en cuenta, surje el importante problema de la evaluación objetiva de la percepción subjetiva y el diseño de índices que permitan valorar esos elementos de ciudad que logran dar valor al clima acústico. En este escenario se sitúa la ISO 12913, una norma que pretende estandarizar la evaluación del paisaje sonoro en contexto. Una norma que aún está en desarrollo pero que ya aporta elementos fundamentales para la realización de este tipo de estudios. Este artículo explica las tres partes de la norma e ilustra con ejemplos propios su aplicación, los problemas encontrados y la importancia de sus resultados. Teniendo en cuenta que la norma experimentará modificaciones en el futuro e incluso la incorporación de una cuarta parte, este trabajo pretende contribuir a la paulatina introducción de la norma ISO 12913, destacar su importancia y poner en valor la gestión del paisaje sonoro como herramienta complementaria para el diseño urbano y de planes de acción contra el ruido conforme a la Directiva 2002/49/CE y legislación vigente para la gestión de la contaminación acústica.