Atlas Ecuatoriano de la Formación en Trabajo Social: escuelas, espacios y prácticas

Resumen

El trabajo doctoral titulado “Atlas Ecuatoriano de la Formación en Trabajo Social” centra el análisis en la formación en Trabajo Social en el Ecuador y se interroga por su pertinencia social. El interés partió de problematizar la pertinencia social de la formación brindada, y esto nos llevó necesariamente a una tarea investigadora previa: levantar la línea base de la formación universitaria de trabajadores y trabajadoras sociales del país, con enfoque prioritario en la formación inicial generalista (Licenciatura o Grado). La investigación, desde sus primeras etapas, corroboró la percepción común existente en los ámbitos académicos y profesionales del trabajo social en el Ecuador: que, a pesar del notable desarrollo, de su riqueza práctica histórica y presente, y del esfuerzo sostenido de la profesión docente, formando año tras año a profesionales en los distintos centros universitarios especializados (Escuelas de Trabajo Social), de consolidada trayectoria institucional, se adolecía de suficiente documentación científica, de literatura especializada analizadora y sintetizadora de los distintos hechos y fenómenos que constituyen el espacio de la formación de profesionales, tanto exógenos (los contextos sociales y territoriales) como endógenos (los contextos institucionales, universitarios), así como las relaciones-interacciones del mundo de la docencia-investigación con el mundo de la práctica profesional del trabajo social. Teóricamente se reconoció, como planteamiento de base, que la formación —y su relación con los territorios en los que se imparte— debe ser asumida desde una lectura dialéctica entre lo espacio-temporal propio del entorno geográfico de las instituciones formativas y como construcción social de territorios y de instituciones de formación. Para ello, asumió una doble mirada: desde la Geografía, una mirada espacial a modo de materialización física, con el interés por conocer los territorios de formación, como esos lugares donde se configuran las relaciones de poder, de autoridad, de control y de dominio; y, desde la perspectiva sociológica, se atiende a la construcción social que realiza cada uno de los actores presentes en la realidad educativa, quienes la recrean en correlato. Desde esta postura de encuentro interdisciplinar, surge la premisa de que no es posible pensar la formación en Trabajo Social desvinculada del territorio y de la realidad global de la sociedad en el cual está inmersa; pues la formación debe dar respuesta a las problemáticas y desafíos sociales, garantizando su pertinencia “glocal” (síntesis actuante de lo global y lo local).