La gloria de los AustriasEl retrato ecuestre en la construcción de la imagen del rey católico (Resumen)

  1. RUIZ DEL ÁRBOL MORO, ALMUDENA
Dirigida por:
  1. Diana Carrió-Invernizzi Director/a

Universidad de defensa: UNED. Universidad Nacional de Educación a Distancia

Fecha de defensa: 09 de octubre de 2023

Tribunal:
  1. Diane Bodart Presidente/a
  2. Consuelo Gómez López Secretario/a
  3. David García Cueto Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

El retrato ecuestre, vinculado desde la Antigüedad a la representación de las clases dirigentes, alcanzó su período de mayor auge durante la Edad Moderna como forma favorita de reyes y gobernantes de expresar su poder. Esta tesis doctoral realiza un estudio del uso y significado que esta iconografía tuvo en la construcción de la imagen de los reyes de la Casa de Austria en la monarquía española durante los siglos XVI y XVII. A pesar de la popularidad que experimentó el retrato ecuestre en este período en toda Europa, en la retratística española se puede apreciar un desigual desarrollo de esta iconografía, pues mientras que durante el reinado de Carlos V había tenido un peso importante en la construcción de su imagen a través de todas las etapas por las que fue evolucionando su retrato, durante los reinados de Felipe II y Felipe III parece mostrarse un aparente desinterés por el empleo de esta iconografía para la construcción y proyección de la imagen de estos monarcas. Con el fin de esclarecer el motivo de estas diferencias, el primer objetivo del presente trabajo ha sido estudiar el papel que dicha iconografía desempeñó en cada uno de sus reinados y de qué modo este género respondía a lo ya estudiado y escrito sobre la creación de su imagen o en qué medida aportaba nuevos significados que no habían sido todavía recogidos por la literatura científica. Por este motivo, el trabajo se estructura siguiendo la tradicional división por reinados -propia de la historiografía dedicada el retrato de corte- con la intención de situar el uso de la iconografía ecuestre por parte de cada uno de los monarcas dentro de las coordenadas políticas y culturales de cada momento histórico, interpretando además dichas efigies en relación con las otras iconografías del retrato producidas durante el reinado. De este modo, además de analizar el uso del retrato ecuestre en las circunstancias concretas de cada período, se busca estudiarlos como parte de una tradición, explorando las posibles conexiones y transferencias entre unos y otros. Después de haber abordado cada uno de los reinados, y a la luz de lo estudiado en ellos, se dedica un capítulo al retrato ecuestre de los virreyes y gobernadores generales, tomando como caso de estudio los producidos en Nápoles y los Países Bajos, no solo como representación de las dos formas jurídicas empleadas en el establecimiento del gobierno delegado, sino también por la importancia estratégica y simbólica que tuvieron ambos territorios para la monarquía española. Con este capítulo se pretende estudiar cuáles son los límites del género del retrato ecuestre y qué personas tenían "derecho" a representarse a caballo. Frente a la elección de una cronología muy amplia como marco temporal de la investigación -los siglos XVI y XVII en su totalidad-, se ha optado por centrar la atención en una sola de las fórmulas del retrato de corte: el retrato ecuestre. Aunque pueda parecer paradójico, el estudio de una única iconografía ha revertido en beneficio de un mejor conocimiento de las estrategias del retrato de corte de las que formó parte, permitiendo reforzar o rebatir lo que hasta la fecha se había escrito sobre el retrato de corte de cada uno de los monarcas de la Casa de Austria. Al mismo tiempo, a la hora de emprender este análisis se ha buscado tratar el tema desde una perspectiva comparada con lo sucedido en otras monarquías europeas del momento, principalmente la monarquía francesa y el Sacro Imperio Romano Germánico. A través del establecimiento de estas comparaciones, se busca averiguar si lo ocurrido en la retratística española era algo específico de su tradición o, por el contrario, respondía a unas estrategias de representación compartidas con otros poderes monárquicos del momento. A lo largo de las páginas de este trabajo, se asiste a la creación y evolución -con sus valles y sus cumbres- de una iconografía que reflejó como ninguna otra el poder de la Casa de Austria. A través de sus retratos a caballo, los monarcas Habsburgo se vincularon a los emperadores romanos y expresaron por medio de ellos la misión dinástica que impulsó la mayoría de las acciones bélicas que emprendieron: la defensa de la fe católica. Al mismo tiempo, la iconografía ecuestre les mostraba como gobernantes poderosos, que sabían dirigir de su pueblo, simbolizado por medio del caballo, cuyo ímpetu controlaban con fuerza y maestría. Por todo ello, el retrato ecuestre se convirtió en el protagonista de los lugares ceremoniales más importantes -el Salón de los Espejos del Alcázar y el Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro-, donde la corte podía contemplar a la persona física del rey rodeado de una imponente galería de retratos suyos y de sus antepasados que proclamaba, mejor que ninguna otra iconografía, la gloria de los Austrias.