Aproximación histórico-artística al paisaje sagrado de santamera en la religiosidad del valle del salado

  1. Jiménez Balbuena, Cristina
Dirigida por:
  1. Agustín Martínez Peláez Director/a

Universidad de defensa: Universidad Rey Juan Carlos

Fecha de defensa: 23 de junio de 2023

Tribunal:
  1. José Policarpo Cruz Cabrera Presidente
  2. Ana Vico Belmonte Secretario/a
  3. Sebastián Celestino Pérez Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 815143 DIALNET

Resumen

El interés de este estudio no sólo permite comprobar la importancia de lo local en la interpretación histórica, sino que presenta utilidad como herramienta en el análisis del paisaje simbólico al mostrar las diferentes estrategias culturales del hombre ante lo sagrado. Las investigaciones realizadas en Santamera (Guadalajara) muestran como los dos caseríos que lo conforman, Sancta Mayre y Santa Mera, son el resultado de un poblamiento histórico diferenciado, un núcleo antiguo y una aldea de repoblación, en un paso estratégico del río Salado hacia el Henares. Un entorno natural destacado que, más allá de sus características físicas, conserva los elementos prerracionales de entender el mundo y la naturaleza de las culturas que lo poblaron. En este contexto, la arqueología del paisaje ha permitido descubrir la pervivencia de un entorno sagrado de orígenes ancestrales que evidencia la importancia del agua y de las peñas en las creencias y ritos locales. Prueba de ello son las estaciones de insculturas, los posibles dólmenes y un conjunto de altares que definen a este conjunto como un locus sacra libera, es decir, como un punto de encuentro entre el cielo y la tierra. De la continuidad de esta creencia se ha localizado un santuario de la Edad del Hierro que pone de manifiesto la importancia del castro del cerro Padrastro y el papel central de la montaña sagrada de la Espiná en la configuración de los cultos de la comarca. El carácter acumulativo del paisaje sagrado de la Espiná también nos acerca al proceso de cristianización de las comunidades locales durante la Antigüedad tardía. Un modelo con características propias que se realizó asimilando las divinidades locales en el culto a las reliquias de los primeros mártires. En este sentido, el hallazgo de varias laudas y símbolos cristianos junto a los santuarios anteriores nos aproxima a la labor de los eremitas entre las comunidades menos romanizadas del Salado, aunque para poder explicar la transferencia de la sacralidad del paisaje en el culto a Santa Emerenciana, sea preciso considerar el deseo del obispado seguntino por significarse con la construcción de un oratorio a una mártir romana en un momento de afianzamiento de la monarquía visigoda Por otra parte, la fundación de Santamera y el culto a la Magdalena de su iglesia románica deben interpretarse como el inicio de serie de catequizaciones del medio rural que tuvieron como objetivo homogeneizar la sociedad erradicando la multiculturalidad, la instrucción de un clero permisivo y la apropiación del simbolismo religioso local de la ermita. A pesar de ello, el paisaje cristiano moderno de Santamera continuó reflejando la dualidad de los espacios religiosos de la antigua frontera hasta finales del siglo XVII, periodo en el que la religión vivida fue asimilada por el catolicismo popular y su paisaje sagrado anclado en el tiempo como un hito cultural.