Utilización de nutrientes en el lechón ibérico durante la lactancia y el post-destete

  1. Aguinaga Casañas, María Arántzazu
Dirigida por:
  1. Jose Fernando Aguilera Sánchez Director/a
  2. Rosa María Nieto Liñán Codirector/a

Universidad de defensa: Universidad de Granada

Fecha de defensa: 17 de diciembre de 2010

Tribunal:
  1. Maria del Carmen Hidalgo Jiménez Presidenta
  2. Jesus Maria Porres Foulquie Secretario
  3. Luis Ángel Rubio Sanmillán Vocal
  4. Elena González Sánchez Vocal
  5. José Luís Tirapicos Nunes Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Bajo condiciones similares de explotación, el crecimiento del lechón Ibérico durante el periodo de lactancia es menor que el observado en genotipos porcinos convencionales o magros. Cabría atribuir esta menor tasa de crecimiento a una insuficiente transferencia de nutrientes de la madre al lechón, bien porque la producción de leche por parte de la cerda Ibérica fuese excesivamente limitada o inadecuada su composición nutricional, bien debido a una baja eficiencia de utilización de los nutrientes procedentes de la leche por parte del lechón o a una limitación del potencial de éste para deponer proteína. La actividad científica desarrollada durante la presente Tesis Doctoral ha pretendido detectar las causas que impiden que el lechón Ibérico alcance el destete con un peso similar a los lechones de genotipos convencionales. En último término, con estos trabajos pretendemos ampliar la base científica que nos permita optimizar la alimentación y manejo de estos animales durante su primera fase de cría. Para ello se seleccionaron 16 cerdas Ibéricas de la estirpe Silvela, en un experimento realizado en dos réplicas consecutivas. En cada réplica, se seleccionaron por una parte, cuatro cerdas para llevar a cabo las medidas de producción de leche, crecimiento de la camada y de balance de nutrientes y energía en los lechones y, por otra parte, cuatro cerdas adicionales, de las que se obtuvieron muestras de leche. Se asumió que la composición obtenida en los análisis de las muestras de leche era similar a la ingerida por los lechones utilizados en las medidas de crecimiento y balance. El primer día tras el parto, previo sacrificio inmediato al mismo de un lechón por camada, éstas se igualaron a seis lechones. La producción de leche se determinó semanalmente por el método de la doble pesada durante un periodo de lactación de 34 días. Los cerdos se pesaron individualmente al nacimiento y semanalmente a partir del quinto día del periodo de lactación. Por su parte, las muestras de leche se recolectaron los días 5, 12, 19, 26 y 34 tras el parto. Para determinar la retención de nutrientes y energía se utilizó el método de los sacrificios comparados, por lo que se sacrificó de cada camada, además del lechón al nacimiento, cuatro lechones en la mañana en que alcanzaron los 35 días de edad. Analizados estadísticamente los datos experimentales, no se observaron diferencias significativas entre ambas réplicas para la mayoría de los parámetros estudiados. La producción total de leche fue de 5,175 ± 0,157 kg/d. La composición química media de la leche (g/kg) fue de 179 ± 4, para la materia seca; 53,4 ± 1,0, para la proteína bruta; 58,5 ± 3,8, para la grasa; 10,4 ± 0,3, para las cenizas totales, y 56,9 ± 2,3 para la lactosa. El contenido proteico de la leche de cerda Ibérica fue similar al descrito para razas convencionales. Sin embargo, las concentraciones de Thr, Pro, Asp, Ala y los aminoácidos de cadena ramificada, resultaron ligeramente inferiores al rango de valores descritos en la literatura, mientras que arginina y metionina fueron sensiblemente superiores. La concentración de todos los aminoácidos esenciales y la mayoría de los no esenciales, expresada en g/kg de proteína verdadera, permaneció inalterada durante toda la lactancia, lo que sugiere una relativa constancia en el patrón de las fracciones proteicas en la leche de cerda Ibérica. La energía bruta de la leche fue de 4,626 ± 0,145 MJ/kg. La ingesta de leche por lechón tendió a ser mayor en la segunda réplica (832 vs. 893 g/d, respectivamente; P = 0.066). Los lechones Ibéricos al nacimiento muestran mayor contenido en proteína, grasa y cenizas, y consecuentemente, mayor concentración de sólidos totales y mayor densidad energética que los lechones de razas convencionales. Además su proteína media corporal contiene mayores cantidades de His, Met, Tyr, Lys y Arg (aprox. 48, 39, 29, 24 y 24%, respectivamente) y menor concentración de Asp, Glu y Pro (aprox. 21, 18 y 15%, respectivamente). La composición media de la ganancia (tejido depositado) por lechón fue de 172,1 ± 1,3, 151,5 ± 3,5, 41,4 ± 0,6 y 635 ± 3 g/kg para proteína, grasa, cenizas y agua, respectivamente, y de 10,127 ± 0,126 MJ/kg de energía bruta. Durante los 34 días de lactación, la ganancia de peso media diaria de los lechones Ibéricos, medida en los sucesivos subperiodos semanales de lactancia, disminuyó de 202 a 130 g, obteniéndose una tasa promedio de crecimiento de 168 ± 3 g/d. La tasa de conversión de la leche (g leche/ g ganancia) aumentó de 3,02 (1/0,331) a 7,04 (1/0,142) a medida que avanzaba la lactación. Las tasas medias de conversión de la leche y de energía de la leche en ganancia de peso del lechón, fueron de 5,15 g leche/g de ganancia (1/0,195) y 23,9 kJ/g de ganancia (1/41,9). La eficiencia total de utilización de la proteína de la leche (g de proteína depositada / g de proteína ingerida) fue inferior a las observadas en lechones lactantes de genotipos magros, obteniéndose valores significativamente menores en la segunda réplica de ensayo (0,619 vs. 0,571; P = 0,016). La deposición media diaria de nutrientes y energía entre el nacimiento y el destete, practicado a los 35 días de edad, fue de 27,4 ±0,5 g de proteína, 24,2 ± 0,8 g de grasa y 1.615 ± 40 kJ de energía. La proteína corporal de los lechones al destete y la proteína depositada durante el periodo de lactación mostraron un perfil aminoacídico muy parecido. Entre los aminoácidos esenciales, His y Arg muestran los valores mayores de eficiencia de incorporación a los tejidos del lechón (1,019 ± 0,025 y 0,913 ± 0,017, respectivamente) y también el valor mayor de la relación entre la concentración de aminoácido en el organismo del lechón y la concentración de dicho aminoácido en la leche de la cerda (1,50 y 1,41, respectivamente). Entre los aminoácidos no esenciales, Gly y Ala presentaron, las mayores eficiencias de utilización para la deposición de tejido (1,803 ± 0,057 y 1,375 ± 0,026, respectivamente), así como la mayor relación entre concentración de aminoácido corporal y concentración de aminoácido en la leche (2,75 y 2,12, respectivamente). Los requerimientos energéticos de los lechones para el mantenimiento expresados en energía metabolizable (MEm) fueron de 404 kJ/kg0,75. La energía metabolizable (EM), se usó para el crecimiento con una eficiencia neta de 0,584. Las estimaciones para las eficiencias parciales de utilización de la EM para la deposición de proteína (kp) y grasa (kf) fueron 0,373 y 0,696 respectivamente. Estas bajas eficiencias podrían explicar, la tasa de conversión tan baja de energía de la leche en energía corporal retenida. Estos resultados sugieren que la tasa reducida de crecimiento de los lechones Ibéricos lactantes en comparación con aquellos de genotipos convencionales o magros se podría explicar fundamentalmente por una baja eficiencia de utilización de los nutrientes de la leche de la cerda y no por un déficit en el suministro de los mismos. No obstante, el aporte insuficiente de ciertos aminoácidos pudiera adicionalmente limitar la deposición de proteína en el organismo del animal. Por otra parte, estudios previos de nuestro grupo de investigación muestran menor sensibilidad del cerdo Ibérico al déficit de lisina en la dieta, en comparación con los genotipos porcinos convencionales. Dado que la absorción de aminoácidos de origen microbiano se ha constado que tiene lugar en el intestino delgado del cerdo y que, además, el cerdo Ibérico presenta mayor tamaño relativo del tracto gastrointestinal, uno de los trabajos realizados en el ámbito de la presente tesis Doctoral pretende comprobar si el cerdo Ibérico pudiera beneficiarse de una absorción más eficiente de lisina de origen microbiano, es decir, del aminoácido sintetizado por la microbiota que alberga en su intestino. Con el propósito de comprobar dicha hipótesis, se llevó a cabo un experimento en el que se utilizaron 22 lechones machos castrados, de los cuales, la mitad eran Ibéricos puros (estirpe Silvela, 48 ± 2 d de edad) y el resto de un genotipo mejorado (Landrace x Large White, 45 ± 2 d de edad). De ellos, ocho lechones de cada raza recibieron una dieta a la que se le añadió sulfato de amonio marcado con 15N y el resto de animales recibió la misma dieta sin marcar. Se determinó en sus tejidos la abundancia natural en 15N-Lys. Con el fin de evaluar la contribución de la coprofagia a la incorporación de aminoácidos de origen microbiano, 4 cerdos de cada raza se alojaron en jaulas metabólicas. Los cerdos consumieron la dieta marcada durante diez días antes de ser sacrificados. Tras el sacrificio, se anotó el peso de las vísceras y la canal y se tomaron muestras del contenido gastrointestinal. Las muestras de canal, hígado y pellets bacterianos aislados del último tercio del intestino delgado se hidrolizaron y purificaron mediante resinas de intercambio iónico y los aminoácidos eluídos se analizaron en un cromatógrafo de gases unido por una interfase a una unidad de combustión en un espectrómetro de masas, que proporciona el porcentaje de 15N con respecto al N total de la lisina de las muestras. Como el isótopo 15N se encuentra en la naturaleza con una abundancia natural de aproximadamente un 0,67%, también se determinó la abundancia de 15N-Lys en tres lechones de cada raza que consumieron la dieta no marcada para, de esta forma, poder calcular con precisión los enriquecimientos en dicho isótopo en las muestras marcadas. No se observaron diferencias significativas en cuanto al enriquecimiento en 15N-Lys en los tejidos de los animales alojados en jaulas metabólicas o en parques, lo que indica que los animales no practicaron la coprofagia durante el experimento, y por lo tanto, que la lisina marcada detectada en sus tejidos procedería, en ambos casos, de su absorción intestinal a partir de los aminoácidos sintetizados por la microbiota. El enriquecimiento de 15N-Lys en el hígado fue considerablemente mayor en los lechones de genotipo mejorado que en los lechones Ibéricos (0,0273 ± 0,0013 vs. 0,0167 ± 0,0013 APE, P<0,05), lo que, en contra de nuestras expectativas, sugiere una mayor incorporación de lisina de origen microbiano a los tejidos de los lechones Landrace × Large White. Es probable que el déficit proteico de la dieta haya acentuado la absorción de lisina de origen microbiano en los lechones de raza convencional, ya que sus requerimientos proteicos son mayores. No obstante, los resultados obtenidos no indican que la menor sensibilidad del cerdo Ibérico al déficit de lisina se deba a una mayor absorción de aminoácidos de origen bacteriano.