Qualitat de la dieta en jugadors de bàsquet amateurs a la ciutat de Barcelona

  1. Vidal García, Eulàlia
Dirigida por:
  1. Josep Antoni Tur Marí Director/a
  2. Maria del Mar Bibiloni Esteva Director/a

Universidad de defensa: Universitat de les Illes Balears

Fecha de defensa: 11 de julio de 2014

Tribunal:
  1. María Fátima Olea Serrano Presidenta
  2. Antoni Sureda Gomila Secretario/a
  3. Jordi Pich Solé Vocal
  4. Miguel Mariscal Arcas Vocal
  5. José María Gámez Martínez Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 369966 DIALNET lock_openTDX editor

Resumen

Los hábitos alimentarios de una población constituyen un factor determinante de su estado de salud y unos malos hábitos alimentarios se relacionan con numerosas enfermedades de elevada prevalencia y mortalidad. Los hábitos alimenticios de los jóvenes deben analizarse en el contexto en que se producen y vendrán marcados por unas formas concretas de producción y distribución alimentaria, a la vez que determinados también por una cultura y unos valores representativos de la sociedad donde viven. El papel de la nutrición humana en la salud de las poblaciones constituye actualmente una de las grandes áreas de investigación y de política sanitaria en los países desarrollados. La calidad de la dieta viene determinada por las conductas o hábitos alimentarios que tiene cada persona y que se originan tanto en el ámbito social como familiar. Unos hábitos alimentarios incorrectos, junto con una falta de actividad física, son los responsables de la mayoría de las enfermedades no transmisibles como la obesidad, las patologías cardiovasculares, anemias, etc. Conocer cuáles son los hábitos alimentarios y la calidad de la dieta será imprescindible para poder planificar políticas de promoción de la salud y de prevención de múltiples patologías. Ninguna dieta posee, en sí misma, una buena calidad, pero sí hay un modelo o patrón de dieta que, a través de la evidencia científica, ha demostrado aportar beneficios y sobre todo ejercer un papel protector o preventivo de muchas enfermedades; este es el patrón de dieta mediterránea, a partir de la cual se han basado varias políticas saludables. El objetivo general de esta tesis doctoral es evaluar la calidad de la dieta, hábitos alimenticios y composición corporal de un grupo de jugadores/as amateur de baloncesto, de entre 18 y 29 años, en la ciudad de Barcelona. La prevalencia de sobrepeso (IMC 25-29.9 kg/m2 ) y obesidad (IMC ≥30 kg/m2 ) en los jugadores de baloncesto amateur en la Ciudad de Barcelona es del 16.9% y del 1.3%, respectivamente, aunque el 7.3% y el 6.6% que tenían normopeso no mostraban exceso de grasa, ni presentaban riesgo cardiovascular. La adherencia a la Dieta Mediterránea fue del 53.4% (hombres a 53.9% y 55.8% en las mujeres). Más del 80% cumplían las recomendaciones para sal, dulces y ingestas de alcohol y sólo hubo diferencias entre género en cuanto a fibra, folatos y carbohidratos totales, con mejor cumplimiento a los hombres que a las mujeres. El 61.4% cumplían las recomendaciones de consumo para lácteos, 37.9% para legumbres, 31.4% para vegetales, 22,85% para pescado, carnes bajas en grasa y huevos, 19.3% para frutos secos, 12.9% para aceite de oliva y 8.6% para frutas. Ningún jugador mostró déficit (<2/3 IDR) de ingesta de selenio y zinc, el 10.7% tuvo déficit de vitamina C, 82.5% de vitamina E y 12.1% y 1.4% de jugadores y jugadoras, respectivamente, mostraron déficit de vitamina A. La capacidad antioxidante de la dieta, según el Índice antioxidante de la Dieta (DAQs) fue del 81.8% en la dieta de los hombres y el 87.8% en las mujeres. El 56.8% hizo una correcta hidratación antes, 23.9% durante y 67.2% después del entrenamiento, sin diferencias entre hombres y mujeres. La bebida más consumida fue el agua, tanto antes (64.5%), durante (94.0%), como después (81.4%) del entrenamiento, seguida de los zumos de fruta antes del entrenamiento (21.3 %) y los refrescos después del entrenamiento (18%). Estos datos concluyen en la necesidad de promover los buenos hábitos alimentarios en una población que, de no corregirse los malos hábitos alimentarios instaurados, podrá haber consecuencias sobre su salud en el futuro.